Mexicanos

De los 350.000 mexicanos, casi el 14% de la población total de Chicago, unos 40.000 llenaron tres cuartas partes del Soldier Field para ver el partido entre el Barcelona y el Chivas de Guadalajara. Pertenecen a la inmigración que llegó a la ciudad en los años 60, que se instaló en el barrio alemán, cerca de las fábricas y de la que nació la llamada generación chicana, generación que sin renunciar a sus tradiciones, comida, tequila, o fútbol, fue adquiriendo las costumbres americanas y convirtiendo el castellano en el popular spanglish. Cantan con la mano en el corazon, vestidos con la camiseta del Chivas o del Barça el himno americano que como en todo evento deportivo suena antes de comenzar, y animan a su equipo, ovacionan a Rafa Marquez cuando toca la primera pelota, o hacen la ola, nacida en el estadio azteca. Durante unas pocas horas los espectadores soñaron que el Soldier Field era el Estadio de Jalisco, el campo de los Chivas Rayadas de Guadalajara.

Soldier field

Cuando Pep Guardiola se sentó en el banquillo del Soldier Field para dirigir al Barcelona en su partido con el Chivas, no debió reconocer el estadio en el que en el mundial del 1994 jugó sus únicos dos partidos, contra Alemania y Bolivia, y donde incluso marcó de penal un gol.
El Soldier Fiel, es un estadio que se inauguró el 9 de octubre del 1924, 53 años exactos después del incendio que devoró Chicago, con el nombre de Municipal Grant Park Stadium, y que un año mas tarde fue rebautizado con el actual nombre en recuerdo a los hombres y mujeres que habían muerto en las diferentes guerras que Estados Unidos había tenido hasta entonces.
Fue construido, con un coste de 10 millones de dólares, en un estilo greco- romano neoclásico, con grandes columnas dóricas y capiteles en las partes frontales y posteriores. Tenía una capacidad de 74.000 personas y podían incluso llegar a los 100.000 espectadores, como sucedió en el combate entre Jack Dempsey contra Gene Tunney en el año 1927.
Desde el 1971 es el campo de los Bears de Chicago equipo de fútbol americano, aunque el primer partido se celebro en 1924 entre Louisiana y Chicago con victoria de los primeros por 26 a 0..
En el 2001 se decide renovarlo y dos años más tarde se inaugura la polémica remodelación con un costo 600 millones de dólares ante las críticas generalizadas de los socios del club. El nuevo estadio se le conoce actualmente despectivamente como "el parche" por la mezcla de estilos. Se mantiene toda la estructura clásica del antiguo estadio y y desde el interior sobresale una mole de acero y cristal de la nueva obra, un contraste si mas no muy peculiar.
El estadio esta situado al lado del lago Michigan en la zona llamada Campus Museum, rodeado por el museo de ciencias naturales, el acuario y el planetario, con los que comparte las 4.000 plazas de aparcamiento subterráneas que se crearon en la remodelacion.
El nuevo estadio pasa a tener 61.500 asientos, perdida de plazas debida a los innumerables palcos privados de entre 20 y 40 personas que las empresas pueden arrendar para los partidos, asimismo las zonas de catering con restaurantes y la posibilidad de alquilar zonas interiores y exteriores del estadio para fiestas o actos privados o públicos, contribuyen a fortalecer las arcas del club, club que lleva desde el 1986 sin ganar la famosa Super Bowl.

La vaca Daisy inicia la era del acero

Una escultura con forma de llama de fuego y la escuela de bomberos de Chicago, marcan el sitio exacto en que el 10 de octubre de 1871, una de las tres vacas de la familia O'leary, la llamada Daysi, tiro de una coz una lámpara de queroseno y provocó un incendio que quemó durante 3 días la casi totalidad de la ciudad de Chicago, dejando mas de 300 muertos y 100.000 personas sin hogar. El fuego se extendió en un radio de 6,5 km alrededor de la granja de los O'leary.
Chicago era una ciudad construida casi exclusivamente por casas de madera, y el fuerte viento que soplaba aquel octubre y la ausencia de los bombreros que se encontraban apagando otro incendio en un pueblo de Wisconsin fueron las causas de aquel desatre.
El ayuntamiento, llamó a un grupo de arquitectos para que diseñaran una nueva e ideal ciudad, y con mentalidad casi alemana la reconstruyeron en sólo tres años. Descubrieron asimismo que el acero podía cortar el fuego, y los nuevos edificios fueron construidos con este material que les daba además la posibilidad de empezar a elevarlos cada vez mas.
El primer rascacielos de metal, ya desaparecido, "sólo" constaba de 11 pisos, fue encargado al arquitecto Le Baron por una aseguradora del hogar.
Desde entonces Chicago se ha convertido en un anelo para los arquitectos, todo aquel que se precie un poco deseará firmar una obra en esta ciudad.
Desde Lois Sullivan a finales del XIX, Frank Loyd Wrighte, Mies Van der Rohe, Helmut Hahn, Frank Gehry e incluso Ricardo Bofill tienen grandes edificios de acero y cristal en las calles de esta ciudad de Ilinois de casi tres millones de habitantes
Destacan, la Torre Searts de 110 plantas, que perderá el honor de ser el la más alta con la construcción de un nuevo rascacielos (el Chicago spire) diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava que tendrá 150 pisos y que aquí ya se le conoce como "el sacacorchos"; o el Mercachicago un edificio de los años 30 que hasta la construcción del Pentágono era el de mayor superficie de todo el pais.
Chicago, la tercera ciudad del país, lucha con Nueva York para ser el paraiso de los rascacielos en cantidad y calidad.

Futbol en USA

A pocos metros donde el Barça hace su primer entrenamiento en Chicago durant la gira USA 2008, en los campos de la UIC (Universitat Ilinois Chicago) centenares de niños de los más diversos orígenes, desde algún nativo hasta nigerianos, chinos, latinoamericanos, mejicanos y europeos, (Chicago es la segunda ciudad del mundo con más polacos después de Varsovia), vienen cada martes y jueves a jugar al futbol. En un país donde el futbol es un deporte minoritario, sin competencia con los tres grandes, futbol americano, beisball y basket, sorprende ver tantos niños corriendo detrás de la pelota con las camisetas de las selecciones nacionales de los principales países dominantes de este deporte. España, Francía, Italia, Alemanía, Brasil o Argentina. Grupos de padres con la ayuda de algunas entidades privadas y públicas dedican su tiempo a hacer funcionar estas colonias, donde cada grupo de niños decide que camiseta llevará y los padres pueden escoger el rol que deseen, árbitros, entrenador, animadores, o simples espectadores. A pocos metros una veintena de famosos y ricos jugadores siguen corriendo ajenos a todo lo que les rodea...